Es difícil evitar la tentación de inquirir sobre el origen y razones del primer sacrificio, cuya repetición ritual debió conformar la estructura simbólica del mito. Complicada tarea que hace que, en cierto modo, nos conformemos con la enigmática cita de Hesíodo en la que nos anunciaba que el sacrificio había comenzado «cuando se separaron los dioses y los hombres».
Los Cultos de Fertilidad y el Sacrificio del Rey Sagrado.
Garantía de regeneración y supervivencia de los frutos de la tierra, y contraprestación también a la generosidad de la Diosa Madre, el ritual del sacrificio Neolítico (el asesinato del Rey Sagrado) renovaba periódicamente las fuerzas cósmicas a través de una nueva creación y hacía posible la resurrección de las cosechas. Todo moría en invierno para resucitar en primavera.
El árbol cósmico como árbol sagrado y árbol del mundo.
El Árbol Cósmico representaba el misterio central que explicaba la renovación periódica del mundo a través del poder oculto de la diosa neolítica como totalidad viviente. Un contexto agrícola en el que la Diosa Madre regulaba el flujo de los jugos de la tierra, que, por medio del árbol, extraía de las profundidades para alimentar a los hombres.
Mito, ritual y significado del «Sacrificio del Rey Sagrado».
La muerte sacrificial y violenta del Rey Sagrado (el hijo de la reina o de la diosa neolítica), fue la parte sobresaliente de un ritual arcaico que, de forma periódica, perseguía la influencia propiciatoria de las fuerzas y energías invisibles de la Diosa-Tierra sobre la renovación del cosmos y la expiación de las impurezas y las culpas de la aldea.